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La periodista independiente Camila Acosta relató los pormenores de las dos detenciones arbitrarias sufridas este lunes cuando intentó salir de su domicilio ejerciendo su derecho a la libre circulación que ningún juez o autoridad alguna le ha retirado de manera legal.
“Mi casa no es calabozo”, argumentó la periodista, dejando claro a los represores que no piensa hacer el juego al arresto domiciliario que encubiertamente pretenden imponerle a base de detenciones violentas y mediante el terror psicológico que infunden con la impune violación de los derechos de los ciudadanos.
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Obedeciendo órdenes de la Seguridad del Estado, agentes de la policía la mantuvieron arbitrariamente retenida durante horas en el interior de un patrullero. En las dos ocasiones que fue arrestada al salir de casa, fue subida a un patrullero que circuló por el barrio del Vedado sin llevarla a la estación de policía, denunció la periodista en una directa de Facebook.
Acosta no recibió ninguna explicación de por qué se procedía de esa manera con ella. Sencillamente fue abordada al salir de su casa y, sin mediar palabra, fue introducida en contra de su voluntad en un vehículo de la policía y se le retiraron su bolso y su teléfono móvil.
El primer arresto se produjo al salir con su pareja en su carro, del que fueron obligados a bajar empleando incluso la fuerza. Acosta denunció que su novio fue agarrado por el cuello de manera violenta.
Al suceder ambas detenciones al salir de su domicilio, que se encuentra justo enfrente de la Embajada de Estados Unidos, Acosta supone que quedaron registradas por las cámaras de seguridad del edificio. En su directa dijo que contactará con la sede diplomática para intentar conseguir las imágenes de ambas detenciones ilegales y violentas.
“Las detenciones deben haber quedado grabadas en las cámaras de la embajada americana. Veremos si se consiguen los videos para que se conozcan los rostros de los represores”, compartió la periodista independiente que avisó que nadie le impedirá seguir saliendo de su casa.
Sin ninguna orden judicial o motivo justificado para sus detenciones, Acosta supone que el objetivo es mantenerla amedrentada dentro de su casa, en una especie de prisión domiciliaria totalmente arbitraria que no está dispuesta a tolerar.
Luego del primer arresto de este lunes y después de horas en el interior del patrullero, Acosta fue llevada de vuelta a su casa y le devolvieron sus pertenencias, advirtiéndole que no podía salir. “Si esto es así ya me pueden llevar a la estación, porque pienso volver a salir”, contestó.
Cerca de las cuatro de la tarde, la periodista cumplió con su palabra y volvió a salir, siendo nuevamente detenida por agentes de un patrullero que se encontraba aparcado en la esquina de su casa.
En la segunda detención de este lunes, la periodista describió el mismo modus operandi. Ningún agente alegó motivo o razón alguna, se mantuvieron en silencio e incluso la dejaron sola durante más de una hora en el interior del patrullero, con calor y las ventanillas subidas.
En su directa, Acosta describió que ella padece una enfermedad de los riñones y que se lo comunicó a los agentes cuando después de horas tuvo necesidad de orinar. Los represores le negaron la posibilidad de hacerlo, motivo por el cual la periodista se orinó dentro de la patrulla, lo cual provocó la ira y respuestas violentas por parte de las mujeres policías que la custodiaban y le habían negado la posibilidad de ir a un baño.
Asimismo, describió que debido al calor y la asfixia dentro del vehículo policial llegó un momento en que se quitó la mascarilla y que le obligaron a ponérsela utilizando palabras fuertes y manoteando, pero sin agredirle físicamente de manera directa.
“Si te desmayas te llevamos al policlínico”, le contestaron cuando alegó que el calor dentro de la patrulla le provocaba fatiga y falta de oxígeno. “Pónganme una multa”, pidió como último recurso antes de volver a ponerse la mascarilla, pero fue desoída nuevamente.
“Esto viola las propias leyes del país”, les dijo este lunes a sus represores. “Entiéndeme”, fue la única respuesta que obtuvo del oficial. “Sí, yo sé que tú sigues órdenes, pero tienes la opción de negarte cuando estás violando las leyes del país”, contestó la periodista que, en su directa, aseguró que seguirá denunciando estas prácticas ilegales.
“Seguiré denunciando. Esta gente no nos pueden vencer”, insistió Acosta, quien se encuentra con vigilancia policial domiciliaria desde el pasado 8 de marzo, de manera ilegal y sin explicaciones de ningún tipo.
Acosta Rodríguez ha sufrido también numerosos actos de hostigamiento y represión por parte del régimen. En menos de ocho meses, la policía política desalojó a la joven cinco veces de las viviendas donde se alquilaba.
También ha sido multada por el Decreto-Ley 370, detenida arbitrariamente, interrogada, amenazada y desnudada frente a agentes del régimen durante uno de sus arrestos, tras la protesta frente al Ministerio de Cultura.
Su reciente entrevista al embajador de la Unión Europea en Cuba, el diplomático Alberto Navarro, generó un impacto altísimo en la comunidad internacional por las polémicas explicaciones ofrecidas por el funcionario, que fue firmante de la carta de La Joven Cuba a Biden pidiendo el levantamiento incondicional del embargo y afirmó enfáticamente que "Cuba no es una dictadura".
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