El diputado alemán Sebastian Brehm, representante de la Unión Social Cristiana (CSU) de Baviera en el Parlamento de Alemania, ha asumido el patrocinio político del rapero cubano Denis Solís y hará campaña para reclamar la liberación del músico.
Solís fue detenido el 9 de noviembre de 2020 en La Habana Vieja y dos días después, condenado en un juicio sumario a ocho meses de cárcel, por un supuesto delito de desacato a un policía cubano que invadió su casa sin orden judicial y lo grabó dentro de su domicilio.
La ONG alemana Sociedad Internacional para los Derechos Humanos (IGFM) ha anunciado en su web que el diputado Brehm, miembro de los comités parlamentarios de Finanzas y de Derechos Humanos y Ayuda Humanitaria, servirá de altavoz para denunciar el proceso sin garantías en el que fue condenado Solís.
El joven rapero cubano se encuentra preso en la cárcel Combinado del Este, donde ha sido trasladado a la denominada "zona cero", donde supuestamente tiene la ventaja de poder llamar por teléfono para comunicarse con su familia y vestir de civil.
Además, le prometieron que podría trabajar a cambio de un sueldo. Sin embargo, en los seis meses que lleva recluido no le han ofrecido ningún empleo.
Sebastian Brehm hizo campaña el año pasado por la liberación de los pastores cubanos Ramón Rigal y Ayda Expósito Leyva, que estuvieron en prisión durante varios meses por decidir educar a sus hijos en la casa, para evadir el adoctrinamiento de las escuelas en Cuba.
En estos momentos, junto con la ONG IGFM, también reclama la liberación de la bielorrusa Svetlana Kupreeba.
En enero de este año la organización Prisoners Defenders declaró a Denis Solís preso de conciencia. Recientemente, el joven estuvo varias semanas incomunicado de su familia, tras rechazar hablar con ella por teléfono desde oficinas donde los funcionarios entran y salen a diario, por lo que se exponía al contagio de coronavirus y, además, podían grabar sus conversaciones sin su consentimiento.
Ese cambio de ubicación de las llamadas telefónicas solo afectó a Solís y a Ernesto Borges, un exagente de la Seguridad del Estado condenado a 30 años por espionaje. Ambos renunciaron a hacer las llamadas, hasta que les permitieron seguir realizándolas desde donde las hace el resto de los reclusos.
El encarcelamiento de Denis Solís fue el detonante de la huelga de San Isidro, que terminó tras el allanamiento violento de la vivienda de Luis Manuel Otero, en la calle Damas 955, del barrio habanero de San Isidro, el 26 de noviembre de 2020.
Los huelguistas de San Isidro empezaron pidiendo el cierre de las tiendas en MLC y luego rebajaron las expectativas y reclamaron la liberación de Solís.
Un día después del desalojo violento de Damas 955, un grupo de artistas cubanos se congregó en un protesta histórica frente a la sede del Ministerio de Cultura, dando origen a lo que hoy es el Movimiento 27N.
Pese a que Solís está en la cárcel, su familia sigue vigilada por dos agentes de la Seguridad del Estado.
Sobre el caso del rapero, el abogado cubano Edilio Hernández, del Grupo Jurídico Ayuda Ciudadana, ha señalado en un dictamen al que ha accedido CiberCuba que esto es un "asunto penal", donde un policía de la PNR viola el domicilio de Solís y este en su defensa lo agrede y ofende verbalmente.
Además, el abogado pone énfasis en que las autoridades cubanas acusaron injustamente a Solís de desacato utilizando como prueba la grabación que hizo el agente dentro de la casa del músico sin su consentimiento.
En esta línea, Hernández señala la indefensión a la que ha sido sometido Solís, al no poder revisarse la sentencia por haber sido dictada en un juicio sumario, en el que no se le ofrece copia de la decisión judicial al condenado.
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