El artista plástico cubano, Michel Mirabal, inauguró un mural dedicado a la Virgen de la Caridad en el aeropuerto de La Habana, José Martí, como símbolo de unión de todos los cubanos.
“Cachita ampara a todos los cubanos”, declaró el artista en una publicación de Facebook en la que compartió fotografías de la obra. Un gran girasol con la bandera cubana en el centro expresan la cubanía a través del color amarillo de la santa patrona de Cuba y su insignia nacional.
Una lluvia de semillas multicolores que se desprenden del corazón del girasol revolotean por el aire, inundando la obra de colorido y movimiento, al mismo tiempo que simbolizan a todos los cubanos que han emigrado y residen en otras latitudes.
“Un mural a la Virgen de la Caridad del Cobre sería la obra más importante de mi vida”, dijo Mirabal en septiembre de 2020, justo cuando empezaba a bosquejar el proyecto dedicado a la patrona de Cuba, cariñosamente conocida como “Cachita”.
Entrevistado por CiberCuba en aquel momento, Mirabal declaró que le ilusionaba la idea de hacer un mural dedicado a la patrona de Cuba y ponerlo en su santuario. Sin embargo, la obra en homenaje a la Virgen de la Caridad del Cobre ha encontrado otro espacio cuasi “sagrado” para los cubanos: el aeropuerto internacional José Martí.
“Por lo que representa Cachita para mí y todos los cubanos, preferiría una y mil veces tener esa obra en El Cobre a tenerla en el museo más importante del mundo, mi museo es mi pueblo y también mi gloria”, dijo por entonces el artista.
Conocido como el artista de las banderas -pues combina la enseña nacional con cuanto objeto se le ocurra-, Mirabal resemantiza los símbolos nacionales con un discurso que pretende una reflexión sobre varias aristas de Cuba y el significado de ser o sentirse cubano.
Aunque inicialmente el proyecto incluía una consulta por redes sociales para que los cubanos dijesen dónde les parecía mejor ubicar la obra, el resultado de la encuesta arrojó el Santuario de la Virgen, en la Caridad del Cobre. Sin embargo, su ubicación definitiva ha resultado ser el aeropuerto de La Habana.
“La importancia para mí de este mural es inmensa porque además de hacer un homenaje a la Virgen también se lo haría a mi devoción personal, a mis abuelos que tanto me hablaron y me inculcaron este sentir hacia Cachita”, reconoció el artista en la entrevista.
“También contribuiría a que las personas de todo el mundo tengan una foto con la obra en sí, y así se hablaría de amor, devoción, unidad, de la Virgen y de Santiago de Cuba, de la hermosa gente de esta provincia y su historia”, expresó entonces Mirabal.
“Soy hijo de Oshun y todos sabemos que, en nuestro sincretismo religioso, la Virgen de la Caridad del Cobre y Oshun, son una sola”, explicó el artista mientras trabajaba en su proyecto. En la entrevista, reconoció la impronta que dejó en su niñez una vecina muy humilde que tenía un altar riquísimo e impresionante, al que cuidaba y veneraba por encima de todo.
“Siempre me llamó la atención ver cómo una señora tan humilde podía tener algo tan grande valioso, y tan bien cuidado. Esa virgen tenía oro de 24 quilates, era de madera y yeso. Ella podía tener todos los problemas comunes existenciales igual que cualquier de nosotros en el solar, pero su virgen era la más hermosa. Siempre hacía grandes fiestas el día de Cachita. Los niños acudíamos a comer golosinas y una panetela borracha que ella misma hacía”, recordó.
Preguntado por la utilización del girasol como símbolo de la Virgen, Mirabal consideró que es un símbolo menos manido que el manto o la propia efigie de la Virgen. “El girasol es la flor por excelencia que se le ofrenda a la virgen, y cada quien le pueda dar su propia interpretación. Cada cual es libre de interpretar lo que tenga en su mente ya que no existe nada más libre que el arte y cada persona”, aseguró.
CiberCuba se interesó por la opinión del artista en un momento en que las protestas y manifestaciones en el país recurren al girasol como símbolo de la Virgen y de cubanía, en lo que se ha dado en llamar la Revolución de los Girasoles.
“Creo muy profundamente que uno como artista y cubano que vive dentro de Cuba no puede dejarse arrebatar símbolos de ningún tipo solo por el hecho de que sea usado por otras personas con otros fines. Mi trabajo no puede este permeado por ningún motivo externo siempre que salga de mis manos y mi corazón”, señaló Mirabal.
“A pesar de que pueda tener grandes diferencias con la manera de tratar a nuestra bandera en sus performances, se lo dije a amigos, conocidos y ahora lo comparto por aquí, no estoy de acuerdo con el arresto y procesamiento del artista Luis Manuel Otero Alcántara. Muchas personas cercanas me dijeron, 'oyeee no te metas en eso', pero si aceptamos eso, hasta donde llegaríamos como sociedad?”, indicó en marzo de 2020 el artista en Facebook.
“Lo único que pido con este emplazamiento [en el Santuario] es que esa foto que se harían al lado del mural sirviera de paloma de paz para todos los cubanos de todas partes del mundo que acudan a su encuentro con la virgen”, añadió.
Ubicado en el aeropuerto de La Habana, el mural dedicado a la Virgen de la Caridad del Cobre no tendrá el aura que impregna el Santuario de Santiago de Cuba, pero –por uno u otro motivo- el sitio elegido (no sabemos cómo) garantizará que la obra de Mirabal se convierta en uno de los tantos souvenirs de los viajeros que decidan pasar sus vacaciones en una isla en la que abundan paisajes naturales y humanos que difícilmente resulten atractivos a los lentes del turismo internacional.
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