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Sandro Castro reaccionó al escándalo generado por sus vacaciones en Cayo Santa María, pero lo hizo discretamente, escribiendo un escueto “Gracias” junto al comentario de una internauta que lo defendió argumentando que él es joven y tiene “todo el derecho del mundo a divertirse”.
“Me estresa ver estas cosas. ¡Por Dios! Él es joven, tiene todo el derecho del mundo a divertirse. Yo no soy comunista ni tengo nada que ver con temas políticos, pero es que estas publicaciones las veo tan estúpidas. Por Dios, en este país se hacen muchísimas cosas mal y nada de eso depende de él, él simplemente es nieto de… no el presidente del país”, publicó en sus historias de Instagram la internauta Dany-Milans.
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El polémico nieto de Fidel Castro se llevó el pantallazo a sus propias historias en la citada red social y allí -públicamente y al menos durante 24 horas- encajó otra vez la postura de víctima de su apellido.
A diferencia del sonado episodio del paseo en Mercedes-Benz, que generó un vídeo de Sandro entonando un mea culpa público, esta vez el joven decidió callar y reaccionar de modo silencioso y a través de terceros.
Sin embargo, los excesos y salidas de tono de Sandro vienen generando titulares desde hace años y los cubanos tardan cada vez más en olvidar sus polémicas, marcadas por la sistemática ostentación pública de su estilo de vida pleno de lujos y comodidades, mientras los ciudadanos de a pie en la isla se ahogan en la perenne escasez.
Hace justo un año Sandro Castro se andaba sacudiendo el escándalo provocado por su alarde "del Mercedes", que fue cubierto incluso por medios de prensa internacionales.
A muchos todavía les chirría aquel "...tú sabes que nosotros somos sencillos, pero de vez en cuando hay que sacar estos jugueticos que tenemos en casa", dicho mientras se deslizaba en un Mercedes a toda velocidad.
De inmediato miles de cubanos, dentro y fuera de la isla, reaccionaron indignados al incidente. El escándalo desató incluso una inusual reacción de un miembro de la familia, su tío Alex Castro Soto del Valle, quien -sin mencionar el video directamente- comentó que "una papa podrida no indica que todas las papas del saco estén malas".
“Este país no es una monarquía. La grandeza no es hereditaria. Se puede ser brillante aunque se nazca en cuna de paja. O un mentecato, aunque se nazca en cuna de oro", opinó también Israel Rojas, conocido defensor del régimen.
Previamente, en septiembre del 2019, en mitad de una crisis "coyuntural" de combustible, Sandro -quien es uno de los dueños de los bares Efe y Fantaxy, en La Habana- había fanfarroneado de su tanque lleno.
Sandro Castro Arteaga es hijo de Alexis Castro Soto del Valle, el mayor de los cinco hijos que tuvo Fidel Castro con Dalia Soto del Valle.
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