Longina O'Farril fue la musa que inspiró al trovador cubano Manuel Corona la canción homónima. Como él, era de raza negra, pero los responsables del diseño de la marquesina del nuevo café que lleva su nombre en La Habana eligieron la imagen de una mujer blanca que nada tiene que ver con la “belleza seductora” de la musa del trovador.
“¡Qué emoción! ¡En mi barrio, el Vedado, se abre al parecer un café dedicado a la trova! Nombrado como la gran canción de Corona; pero -como él-, Longina era negra. Esta blanca art novó no representa nuestra cultura, ni nuestra canción, ni a nuestras mujeres”, indicó una usuaria cubana en redes sociales.
La famosa Longina, inmortalizada por los versos de Corona, era una belleza de piel negra, a quien este conoció en la casa de María Teresa Vera -otra figura de la trova, descendiente de esclavos africanos-, en una de las habituales tertulias trovadorescas a las que el músico asistía.
Un artículo publicado por Radio Caibarién dio a conocer los resultados de las indagaciones del investigador de la cultura Manuel Barreiro Consuegra acerca del personaje que inspiró los versos que inician una de las canciones emblemáticas del género: “En el lenguaje misterioso de tus ojos / Hay un tema que destaca: sensibilidad”.
Sin embargo, a la empresa de servicios turísticos Palmares y al propio Ministerio de Turismo (MINTUR) -promotores del Café Longina en la capital cubana- les faltó la sensibilidad necesaria para acercarse a la historia de los personajes elegidos como reclamo publicitario, eligiendo para la marquesina del establecimiento ubicado en J y 17, en El Vedado, la imagen de una “Longina” blanca, dibujada según el canon del “Art Nouveau” francés, que tanto se utilizó en la publicidad europea de finales del siglo XIX y principios del XX.
Compuesto por encargo, el tema “Longina” retrató la hermosura de O'Farril, una mujer a la que Corona también compuso “La Rosa Negra” y a quien se le ha reconocido un papel importante en la formación de Julio Antonio Mella, de quien fuera niñera.
Según Radio Caibarién, fue de Longina de quien Mella aprendió el español, pues la madre de este, irlandesa, vino a Cuba con la salud muy delicada. Se dice que Longina acompañaba a Julio Antonio y su hermano en sus paseos por La Habana, en los que andaban con frecuencia hasta la orilla del mar, y les cantaba canciones de la época.
También se cuenta que les formó el gusto por la cocina criolla e influyó en la forja del carácter de los Mella, a quienes pudo haber transmitido su conocimiento de personajes que participaron en las guerras de independencia y en las protestas que marcaron el nacimiento de la república.
“La canción estaba inspirada en Longina O'Farrill, empleada doméstica y persona negra. Persona real, que existió. Ese cartel, por lo tanto, es incorrecto históricamente. Es blanqueamiento”, consideró una usuaria de redes sociales comentando la publicación y la imagen compartida por la autora del post.
“Es la misma óptica de Jesús como europeo de ojos azules, cuando era ‘moro’ según orígenes. La versión blanco-eurocéntrica sigue inundándonos”, opinó otro de los internautas cubanos en los comentarios.
“Ese lugar originalmente era la escuela Couret, donde pasé el preescolar. Luego la cerraron cuando intervinieron la educación privada a principio de los 60's. Luego fue una unidad del MININT (G-2) y más tarde la pizzería Fabio”, precisó el músico Dagoberto Pedraja.
En un intento de rebajar la polémica, una usuaria pidió a la autora de la publicación (la productora de cine Claudia Expósito) que no la “cogiera” con Alfons Mucha, el maestro del diseño de carteles Art Nouveau. “No. ¡Si es preciosa! Pero hay que darle chance a nuestras Longinas”, dijo la joven cineasta.
“Debe ser que es otra Longina, no la de Corona. Digo yo, porque ese cartel no se entiende de otra forma. Es un error tan descomunal que no me lo creo”, manifestó otra mujer cubana, indignada por la falta de rigor histórico.
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