Raúl, el patico feo de los Castro Ruz, cumple este viernes 91 años; de los que ha pasado 63 en el poder; intentando una Cuba libre que solo existe en los folletos de bares y cantinas porque la nación es más dependiente que nunca del imperialismo norteamericano y la emigración, pero el cumpleañero se consolará frente al estribo; pensando en lo que pudo haber sido y no fue.
Su principal obra, las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) ha devenido en monopolio, que se vale de posiciones de dominio, precios preferenciales y disciplina militar para controlar la economía cubana, cuidadosamente destruida con seis décadas de experimentos, alternando períodos de utopía con realismo; pero siempre sometidos al voluntarismo de su hermano Fidel, que no lo dejó ser adulto hasta que las tripas se le hicieron agua.
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El mantenimiento de la ficción de potencia militar; exige soportar la ruinosa escenografía de tres ejércitos para un país de 110.922 kilómetros cuadrados y una magnífica colección de chatarra terrestre, marina y aérea; y el control de Tropas Especiales con la misión de aplastar a los cubanos que osen rebelarse contra Birán, S.A. porque los americanos nunca han estado ni se les espera, aunque la OFAC podría conceder licencias extraordinarias a coleccionistas de lo raro para que compren el Plan Tareco verde oliva.
Raúl Castro tiene más pasado que futuro; ya sin poder obviar frustraciones y amarguras, especialmente cuando tuvo la oportunidad de cambiar todo lo que debe ser cambiado y se quedó en mayoral empobrecedor; imponiendo sus tres lindas anticubanadas: Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Luis A. Rodríguez López-Calleja y Manuel Marrero Cruz; que se turnarán para soplar las velitas y contarle que siguen a la espera de que Biden llueva café en el campo y que "Guile" Pardo Guerra y su tropa están listos para las lluvias anunciadas por Rubiera, al que sacan del bullpen, cual Aroldis Chapman.
¿De qué vale ser el hombre más rico de Cuba sobre la miseria, cárcel, inxilio y destierro de millones de personas; incluida su hermana Juanita, a la que instó a irse con un abultado expediente de la Contrainteligencia; para luego acabar reservándole una tumba en el mausoleo erigido en la finca natal? ¿Ya se ha reconciliado con su hijo Alejandro? ¿Cómo es posible que no haya apoyado a Mariela frente al brutus Remigio ¿Por qué prefirió a Amadito a Homero?
Los retoques estéticos a las que se ha sometido y el cambio de espejuelos no han conseguido borrar de su rostro la angustia que padece desde que Muamar el Gadafi fue dado de baja; acrecentada con el aldabonazo del 11J, cuando sintió morir; y la duda que lo atormentará hasta la la muerte sobre si debió hacerle swing completo al embullo Obama o quedarse a medio camino, que ha sido una constante en su vida porque nadie es soldado, héroe o villano al nacer.
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