La policía suiza informó este sábado al científico Ariel Ruiz Urquiola que lo trasladaría a un hospital si se deteriora su estado de salud a causa de la huelga de hambre y sed que realiza frente a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), en Ginebra.
Según el testimonio ofrecido a CiberCuba por María Montserrat Sadurni, amiga que acompaña a Ruiz Urquiola, dos agentes se presentaron para informar de que vendría un comandante que iba a hablar con Ariel. Y que, si Ariel no hablaba francés, debería haber alguien que le tradujese.
Sadurni tradujo el encuentro entre Ariel y el comandante de la policía suiza, quien le dijo al científico que ellos respetaban lo que estaba haciendo, pero no lo iban a dejar morir en la calle. Es el sexto día del ayuno del activista y científico cubano.
“Así que si ellos veían que él perdía el conocimiento vendrían con una ambulancia a recogerlo”, comentó Sadurni
Además, en el encuentro participó un médico, que el gobierno suizo destina a este tipo de casos, quien ha comunicado a Ariel y al comandante que, una vez en el hospital, en ese país se respeta la eutanasia y, si Ariel, quien ha hecho una carta pidiendo no ser reanimado, cae, su voluntad será respetada.
Por su parte, Evelyn Calderón, otra de las amigas que acompaña a Ruiz Urquiola, informó a CiberCuba que Ariel está decidido a continuar con su huelga de hambre y no permite que nadie le tome los signos vitales.
Además, comentó que, según la opinión de un médico cercano a Ariel, resulta increíble lo bien que se mantiene para ser alguien que incluso ha dejado de tomar la medicación que tiene prescrita en su condición de seropositivo y ya ha hecho anteriormente cinco huelgas de hambre.
“Él está firme, está sereno, él está consciente de las consecuencias, de que puede dejar su cuerpo en cualquier momento. Está totalmente convencido de que lo está haciendo por una causa justa y, por lo tanto, no tiene ningún miedo a morir”, dijo Calderón.
Las amigas de Ruiz Urquiola comentaron además que están dispuestas a permanecer cerca del científico hasta las últimas consecuencias porque admiran su entereza, su sentido de justicia y comparten la misma causa, aunque se sienten preocupadas por ver cómo su cuerpo se deteriora.
“Él en estos momentos lo que hace es meditar, estar consigo mismo. La meditación ya sabemos que es un método muy efectivo y él es un gran meditador (…) Estamos, en la medida de lo posible intentando hacer su voluntad” agregó Calderón.
Ruiz Urquiola, quien padece VIH y ha denunciado que el gobierno cubano le inoculó el virus en una huelga anterior, inició su protesta el pasado 4 de julio a las 7:30 a.m. frente al palacio Wilson, luego de que el régimen de La Habana impidiera a su hermana, la académica Omara Ruiz Urquiola, retornar a Cuba. El científico pide a esta instancia de la ONU una condena sin ambivalencias de la violación de derechos a su hermana.
El activista y su hermana han sido víctimas de constante represión por parte del régimen cubano. Omara viajó a Estados Unidos el pasado año para recibir un tratamiento oncológico, tras denunciar que en Cuba le dificultaban el acceso a las medicinas o le daban medicamentos placebos. El 25 de junio pasado, cuando se disponía a abordar un avión para regresar a su país, el gobierno dio órdenes de impedir que abordara el vuelo.
Al iniciar su huelga, el biólogo cubano envió un mensaje a la ONU donde aclaró: “¡Queremos volver a casa, y reunirnos con nuestra madre, aunque el gobierno de Cuba continúe atacándonos! Es nuestro legítimo derecho echar la suerte con nuestra madre, y luchar cívicamente por nuestros derechos y libertades, ¿dónde hay delito en esto? ¿Pueden verse reflejados ustedes en nuestro espejo, por roto que esté? ¡Ayúdennos a regresar a casa!”.
Desde la isla, el periodista independiente cubano Ismario Rodríguez Pérez presentó el miércoles una queja formal ante la Fiscalía General de la República de Cuba, por el destierro de la profesora universitaria.
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