El gobierno del municipio de Cienfuegos realizó una inspección en más de diez panaderías en la que se detectaron irregularidades relacionadas con la calidad, elaboración y destino final del producto.
La acción fue dirigida por funcionarios del Partido provincial, quienes encontraron panes en mal estado, con bajo peso y colocados al descubierto, masas caídas al suelo y reutilizadas, y presencia de personal ajeno en el área de elaboración.
También se descubrió que los trabajadores estaban desviando recursos, pues habían guardado aceite junto a sus pertenencias.
Asimismo, la revisión halló problemas en la asignación poca equitativa de los insumos, carros y bandejas para trasladar el pan muy deteriorados, poca iluminación, alteración de los horarios de venta al público y despacho preferencial a los revendedores.
En las unidades de la Empresa Cubana del Pan se comprobó que había desorganización en las colas.
Según el informe, el mayor número de infracciones se detectaron en las panaderías de la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria (EPIA).
Los inspectores impusieron multas de hasta 8,000 pesos por afectaciones a los consumidores y por las violaciones vinculadas a la inocuidad de los alimentos.
Dianelys Maladriga Terry, primera secretaria del Partido en Cienfuegos, acusó a los trabajadores del sector de escudarse en las limitaciones de materias primas para cometer sus indisciplinas, y afirmó que la culpa es de "la dejadez e inobservancia de los administrativos, quienes son los máximos responsables".
Por su parte, Emilio Almaguer Perdomo, funcionario del Comité Central, llamó a sistematizar ese tipo de controles "para que el pueblo no piense, como sucede, que esta es otra campaña más".
"No hay manera de que nuestras panaderías se equivoquen y nos vendan pan con sobrepeso. Detrás de eso, impera el bandidismo y la sinvergüenzura", dijo al semanario 5 de Septiembre.
El gobierno cubano desarrolla desde hace días una cruzada contra las ilegalidades en el sector del comercio y la elaboración y venta de alimentos.
En la capital, la Dirección de Inspección Municipal (DIM) de Marianao realizó una inspección en las panaderías Cuba-Italia, Ciro Redondo y Gran Esfuerzo, donde el pan normado no tenía el peso correcto ni cumplía con los parámetros de calidad adecuados. Además, en una de ellas faltaban mil panes, lo que se tipificó como delito económico.
En esa ocasión maestros panaderos y administradores fueron sancionados a pagar 8,000 pesos de multa por las violaciones de normas y precios.
También en el municipio La Lisa el gobierno provincial inspeccionó seis panaderías, en las que se comprobó que los panes de venta a la población pesaban mucho menos de los 80 gramos normados, sino que oscilaban entre 40 y 48 gramos por unidad.
Según los inspectores, se incumplían planes de producción "sin justificación", porque tenían las materias primas".
También hallaron violación de procedimientos contables, mercancías retenidas no expuestas en áreas de venta, y falta de componentes en las producciones porque los ingredientes eran "acaparados por los panaderos".
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