Una cubana se encontró un extraño resto animal en el picadillo que se vende a la población por la canasta básica.
"Necesito saber qué es esto que se encontró mi vecina dentro del picadillo que nos vendieron hoy en la carnicería. ¿Qué parte y de qué animal es? ¿Será eso lo que nos merecemos nosotros, lo que se bota en otros lugares, tipo desperdicio?", dijo la cubana Gisel Morera en Facebook.
La mujer se cuestionó si el gobierno cubano valora a su población y comentó que algunos productos que vende el Estado, lejos de solucionar la crisis de alimentos, pueden generar enfermedades.
"¿Cómo nos están valorando? Digo, si nos valoran en algún momento. Espero que analicen esto que nos venden, que luego de, supuestamente alimentarnos, nos están enfermando", dijo Morera.
Su mensaje fue replicado por otra persona en Twitter que buscaba conocer el origen de tan extraño resto animal en el picadillo cubano.
En esta red social recibieron respuestas de algunos usuarios que identificaron el extraño trozo carnoso como una parte de las vísceras de las vacas. Un usuario señaló que eso "es la parte de la garganta que comunica con el esófago y paladar".
Otra persona fue más específica y haciendo gala de sus conocimientos como carnicero, dijo que se trata de "los bembos de la boca de la res que por dentro son así".
A inicios de noviembre otra cubana denunció la mala calidad del picadillo que venden por la libreta de abastecimiento. Mostró que había recibido el producto en Mayabeque, con un olor muy desagradable y visibles signos de estar podrido.
"Asquerosamente podrido, es un insulto y una falta de respeto, ni qué decir del precio, hasta cuándo tendrá que soportar tanto maltrato el pueblo de Cuba", denunció.
Este mismo año, en febrero, un cubano compartió en las redes sociales un insólito hallazgo al abrir un paquete de picadillo en esta ocasión de venta en divisa. Encontró una rana verde entre la carne, muerta, pero muy bien conservada. "¡Esto se dice y no se cree!" dijo el cubano en Twitter.
En la actual crisis de alimentos en Cuba las personas se ven obligadas a hacer largas colas y pagar un alto precio para poder comprar picadillo. A pesar de la pésima calidad del producto esto es muchas veces la única proteína que una familia consigue poner en su mesa.
En octubre una cubana denunció las colas, elevados precios y mala calidad del picadillo en Cuba. La mujer estalló contra la escasez y la mala gestión del gobierno ante la actual crisis de alimentos.
"Es madrugar, gente pasando frío, con tremenda necesidad de comida, hacer una cola horrible [..] para cuatro tristes tubos de picadillo. Tengo una indignación tan grande [..] Esto da asco. Da grima. No hay nada más indignante para un ser humano que tener que estar fajándose por comida, tener que estar mendigando", comentó.
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