El gobierno cubano espera recibir en 2023 unos 3.5 millones de visitantes internacionales en su continua apuesta al Turismo como locomotora de la economía, según trascendió en medios oficialistas.
Los gobernantes de la isla se preparan para recibir en el venidero año el doble de turistas que visitaron a Cuba en 2022, apuntó este lunes el oficialista diario Granma en su reseña sobre las proyecciones económicas del ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández ante el X período de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Gil Fernández aseguró, además, que existen las condiciones para lograr los objetivos propuestos para que 2023 sea un mejor año, ya que existe un mejor control de la COVID-19 y hay resultados positivos de las recientes giras internacionales del gobernante Díaz-Canel y de la última Feria Internacional de La Habana, donde se evidenció un creciente interés del empresariado extranjero por invertir en la isla.
El ministro apuntó entre las proyecciones económicas para 2023, además de la recuperación del turismo, a la diversificación y complementariedad de los actores económicos, al aseguramiento de los combustibles y de la generación de electricidad, acompañados de un incremento en las ofertas a la población, junto al avance del programa de estabilización macroeconómica.
También afirmó que la economía cubana sigue mostrando signos de recuperación, aunque no logra hacerlo a la misma velocidad de la caída que sufrió en 2020, de casi 11 %.
La proyección de visitantes internacionales para 2023 ya la había adelantado en noviembre último el ministro cubano de Turismo, Juan Carlos García Granda, quien dijo en un encuentro con la prensa en la Feria mundial del turismo World Travel Market, en Londres que Cuba estaba preparada para incrementar el arribo de visitantes.
Comentó que en 2022 se incrementaron las llegadas de viajeros en un 250% respecto a 2021, un dato que tomó como referencia de un año que estuvo marcado por una profunda baja turística por la pandemia del coronavirus.
García comentó que la prioridad del gobierno cubano en 2023 sería "rescatar la mayor cantidad de visitantes" para que estos, con sus aportes, "contribuyan a la reactivación económica" del país, aunque no dijo que era la misma estrategia para el actual 2022, en la que el gobierno invirtió grandes sumas de dinero para restaurar hoteles, aeropuertos, crear más capacidades de alojamiento para alcanzar 2.5 millones de turistas, pero al final no lo logró.
Hasta octubre de este año, en el país se había recibido 1,198,402 visitantes, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
En esa ocasión trascendió que entre septiembre y octubre de este año llegaron a Cuba solo 123,588 turistas, y para cumplir la proyección estatal serían necesarios más de medio millón de visitantes para el resto del año.
Aunque hasta ese mes el gobierno cubano se aferraba a la cifra de 2,5 millones de turistas, el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, reconoció el fracaso de la proyección y reajustó la cifra en 1,7 millones.
Los números de 2022, que superan en un 587.6 % los resultados de 2021, tampoco llegan a los 4,263,000 que lo hicieron hasta octubre de 2019, el último mejor año del sector antes de que comenzara la pandemia del coronavirus.
Los visitantes que recibió Cuba en todos estos meses proceden, fundamentalmente, de Canadá, Estados Unidos, España, Alemania y Rusia, y una parte importante de esa cifra son cubanos residentes en el exterior.
Para los analistas la cifra de visitantes internacionales proyectada para 2023 no resulta objetiva porque ignoran la crisis económica que sufren muchos de los países emisores de turistas a Cuba.
Asimismo, cuestionan la decisión del gobierno de construir hoteles que no se llenan, mientras restringe al sector privado, que en otros países es quien realmente saca adelante el sector del turismo y que muestran mejores resultados.
La falta de libertades económicas en Cuba es un lastre para el desarrollo de cualquier negocio y el turismo, lejos de convertirse en una posibilidad de desarrollo para los ciudadanos, es una esfera de la economía controlada en su totalidad por el gobierno.
El economista Elías Amor sostiene que si en Cuba se gestionara el turismo de la misma manera que lo hacen otros países como República Dominicana, la realidad sería diferente, pero no puede esperarse resultados positivos mientras el Partido Comunista sea el único autorizado a controlar el negocio.
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