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Más del 60 por ciento de los ómnibus del transporte público en Ciego de Ávila y aproximadamente la mitad de los camiones con carga de pasajeros estuvieron fuera de servicio como promedio durante 2022.
Manuel Marín Torres, director general de la Empresa del Transporte en Ciego de Ávila reconoció que el transporte público en esa provincia es “casi inexistente, al menos en sus variantes estatales”, según un reporte del periódico oficialista Invasor.
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La crisis tiene sus mayores causas en el déficit de combustibles y de piezas de repuesto, lo que provocó que “de las rutas [de transporte público] habituales y más demandadas, en 2022 apenas si vimos alguna”.
Sin embargo, las autoridades se justifican y apuntan como logro que se mantengan servicios mínimos como el traslado de pacientes.
“Si bien no se cumplió con el plan de ingreso propuesto para el año pasado, se trabajó de forma sostenida en mantener servicios básicos como los traslados de pacientes oncológicos, turnos médicos y el apoyo a la campaña anti vectorial”, agregó Marín Torres.
El reporte del periódico invasor concluye con una galería de imágenes con algunas de las variopintas “alternativas” que han encontrado los avileños para transportarse ante la incapacidad del Estado de proveer un transporte público.
En noviembre, ya otro reporte de la prensa oficialista lamentaba que la temporada de alza turística en Ciego de Ávila arrancó sin transporte suficiente para los trabajadores.
Desde el inicio de la temporada de alza, se reportó baja disponibilidad técnica de los ómnibus por falta de partes y piezas, e insuficiente señalización vial.
Aun así, la crisis no se limita al pasado año. En agosto de 2021, en medio de la pandemia del coronavirus, los bicitaxis se convirtieron en los medios de transporte que trasladaron a los pacientes de coronavirus en esa provincia del centro de Cuba.
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