El gobierno cubano solicitará el reconocimiento del casabe dentro de la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
Con este fin, especialistas cubanos participan en la confección del expediente multinacional para la elaboración y consumo tradicional del casabe, primero de su tipo en Latinoamérica, aseguró a la Agencia Cubana de Noticias (ACN), Ángel Michel Aleaga Hung, Especialista en Política, del Grupo de Patrimonio Cultural Inmaterial.
El expediente del casabe será presentado antes del 31 de marzo en la UNESCO, con el propósito de transitar por el período de candidatura (2023-2025), en una iniciativa correspondiente a República Dominicana y a la que se sumaron Haití, Venezuela, Honduras y Cuba.
Durante el pasado año, esta candidatura conjunta promovió acciones para avanzar en la aspiración, entre ellas reuniones virtuales y dos presenciales, una en París y otra en República Dominicana, explicó el funcionario.
En el caso de Cuba, el casabe es considerado una manifestación cultural que se encuentra presente con un fuerte componente histórico en las provincias de Camagüey, Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, aunque se conoce y consume en otras localidades.
Su proceso de elaboración y consumo tradicional tiene diversos valores patrimoniales y se halla vivo desde la práctica de hombres y mujeres portadores de una herencia aborigen que se mantiene, tanto en el campo como en ciudades, precisó Aleaga Hung.
Para este experto, el casabe constituye un elemento de resistencia cultural que se ha salvaguardado generación tras generación.
De esta manera, los instrumentos y artefactos que emplean los casaberos se diseñan de forma artesanal, con materiales que provee la propia naturaleza.
Asimismo, las técnicas de cultivo de la variedad de la yuca que se emplea para su obtención se conocen y difunden entre los campesinos.
La investigación que presentará el expediente del casabe a la UNESCO concluyó que este alimento contiene muchas propiedades que no afectan a la salud ni al medio ambiente, aportan a la seguridad alimentaria y al buen comer, y su producción contribuye al sustento económico de quienes lo producen.
Esta inscripción busca una mayor visibilidad y salvaguarda de las tradiciones asociadas a la elaboración y consumo de este alimento.
En medio de la crisis alimentaria que golpea a la Isla, el gobierno cubano ha promovido el consumo del casabe y la harina de yuca como una alternativa a la escasez de harina de trigo.
A inicios de diciembre pasado, el Proyecto de Desarrollo Local La moneda cubana y la Asociación Culinaria de Cuba organizaron en La Habana un taller de degustación de platos con casabe, que aseguran es “la mayor fiesta” de ese producto en el país.
La Casabacha, como decidieron llamarle al encuentro gastronómico, fue un evento de demostración y degustación de diferentes platos que tienen al casabe como protagonista.
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