La llegada al puerto de La Habana de un barco cargado con 23,500 toneladas de trigo procedente de Europa posibilitará la producción de harina para elaborar el pan de la canasta básica de los cubanos, pero solo por los próximos 20 días, según anunciaron las autoridades.
La viceministra primera de la Industria Alimentaria en Cuba, Mercedes López Acea, informó en su cuenta de X el arribo del buque y el inicio del procesamiento industrial del trigo en los molinos de la capital y la provincia de Cienfuegos.
El trigo importado por el gobierno cubano garantizará la producción de unas 16,000 toneladas de harina, indicó el periódico oficial Granma, pero esa materia prima solo alcanzará para asegurar durante menos de un mes la entrega de pan a la población.
No obstante, tanto López Acea como el presidente del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria, Emerio González Lorenzo, hicieron hincapié en que con el cargamento se prevé estabilizar la producción del pan de la canasta familiar normada en el país, para lo cual “se trabaja sin descanso”, según la viceministra.
El trigo llegó el sábado último al molino Turcios Lima, del municipio Regla, en la capital, reportó el oficial Canal Caribe.
En entrevista con el noticiero de la Televisión cubana, González anunció que se espera el próximo arribo de un cargamento de trigo en la primera quincena de noviembre, “lo que asegurará la continuidad de la producción y evitará las afectaciones que enfrenta cada territorio, sobre todo las provincias orientales”.
El último cargamento del cereal llegó a Cuba a finales de julio, y desde entonces los molinos se encontraban parados.
“Eso nos ha llevado a buscar alternativas y comprar la harina importada para lograr asegurar el pan de la canasta básica y algunos consumos sociales muy limitados que son priorizados”, aseguró González, y precisó que se importaron alrededor de 700 toneladas diarias de harina, por el puerto de Mariel.
Alegó, además, que la situación se agudiza en cuanto a la logística con el transporte y el combustible, lo que ha provocado que hayan existido afectaciones en la entrega del pan.
En medio de la profunda crisis económica que atraviesa Cuba, la producción de harina y, por consiguiente, de pan ha sido perjudicada en el último año por la falta de liquidez del gobierno para importar el trigo o, en sustitución, la harina procesada para elaborar el alimento que se distribuye de manera racionada a los cubanos.
A fines de septiembre, el ministro de Economía y Planificación admitió en la televisión nacional que el gobierno carece de créditos para adquirir alimentos, entre ellos, la harina de trigo para la fabricación de pan que se vende en las bodegas del país.
Explicó entonces que su fabricación precisa de 770 toneladas de harina para entregar el pan de un día a la población de todo el país y que el trigo es importado. “No tenemos la divisa ni la capacidad para mantener, con los niveles de precios actuales, la importación de algunos productos para la canasta”, reconoció.
En junio pasado se dispararon las alarmas cuando se conoció que se habían agotado en el país las reservas de harina para elaborar el pan de la canasta básica, como consecuencia de un desabastecimiento que había escalado hasta un punto crítico, según la prensa oficial.
Días antes se había anunciado la llegada a Cuba de un buque con 21,000 toneladas de trigo, que solo garantizarían una cobertura de aproximadamente 12 días en la producción del alimento.
El déficit de harina ha continuado agravándose hasta los días actuales, y las autoridades de varias provincias han optado por reducir el peso del pan para paliar la falta de su materia prima principal. En Ciego de Ávila las familias empezaron a recibir un pan normado de solo 50 gramos, en lugar de los 80 acostumbrados, debido a la escasez de harina.
Tras la llegada del buque con trigo este sábado, las autoridades de Cienfuegos prometieron normalizar la producción de pan en ese territorio, después de varios días sin vender el alimento a la población.
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