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Una cubana compartió su experiencia luego de preparar “ropa vieja” con cáscaras de plátano, una receta de la cocina cubana que mujeres de la isla han “reinventado” en medio de la carencia de alimentos en el país.
“Me arriesgué e hice las cáscaras de plátano como si fuera una ropa vieja”, escribió la pinareña Greter Ramos en el grupo de Facebook “Recetas desde el Corazón”, al tiempo que describía los ingredientes que utilizó para su preparado: ajo, ají cachucha, comino, cebolla, vino seco, salsa de tomate y aceite.
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La cubana indicó que el resultado fue “muy bueno” y aclaró que no lo hizo por necesidad: “Tenía otras opciones y quise probar algo más después de cerciorarme que son menos dañinas que la salchicha, el jamón, la jamonada, los productos enlatados y una lista interminable de cosas que desgraciadamente tenemos que comer”.
Ramos también detalló que “el sabor depende de lo sazones que le pongamos” y que ella en su receta utilizó plátanos verdes de los conocidos como “burros” en Cuba. “Los herví, usé el agua para pintar el arroz, la masa para plátanos rellenos de salchicha y la cáscara para esto, no sustituye la carne”, agregó.
“Yo no soy vegana a mí me gusta la carne de verdad, esto es otro plato para acompañar la comida”, aseguró.
Después de celebrar su preparación, esta cubana defendió que “esto es una cáscara más como la del pepino, el tomate, una manzana, una pera, la calabaza, el boniato, la papa, todas esas son cosas que algunos botan”.
A pesar de exponer sus argumentos con claridad, muchos de los foristas en la publicación recurrieron a las burlas y se manifestaron contrarios al consumo de este alimento. Otros alegaron que era importante el respeto a los gustos de los demás y que estas recetas han venido a paliar una de las peores crisis alimentarias que ha sufrido la familia cubana.
En la actualidad el consumo de cáscara de plátanos, como sustituto de la carne, está muy incorporado en las recetas veganas. Sin embargo, fuera de Cuba las personas llegan al veganismo por elección, no por imposición indirecta del Estado, ni por carencias, ni por tener que “inventar” algo comestible que no intoxique al organismo y sea saludable.
Esta receta cobró su auge en el propio grupo de Facebook, donde una cubana la compartió luego de que aprendió el platillo mientras hacía una cola para comprar pan, cuando conversaban sobre la carencia de alimentos y varias mujeres dudaban qué llevarían a la mesa esa noche.
La clásica receta de ropa vieja tiene a la carne de res como protagonista principal, pero los cubanos no pueden elaborarla desde hace décadas, porque el producto tiene precios inaccesibles para la población trabajadora.
En la actualidad hasta el pollo falta en muchos hogares cubanos, porque el gobierno ha incumplido en los últimos meses con su venta por la canasta básica normada, mientras que resulta imposible para la mayoría de las familias pagar el alimento en las tiendas en moneda libremente convertible.
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