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Un chofer de camión privado en Cuba confrontó al Ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, sobre los exorbitantes costos que enfrentan los conductores en la isla para mantener los vehículos en condiciones óptimas.
La conversación fue en el espacio público, en una calle de Sibanicú. El propio ministro narró el encuentro en sus redes sociales, donde suele abrir debates con sus seguidores sobre la situación del transporte en Cuba.
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El conductor, visiblemente frustrado, destacó la disparidad entre los precios oficiales y los costos reales que deben asumir los transportistas, en piezas de repuesto, insumos y combustible.
"Un neumático cuesta 100 mil pesos", exclamó el chofer, señalando que el precio de las gomas había escalado de 60,000 a 70,000 en meses anteriores, y ya estaba marcando nuevo récord.
Este aumento deja un profundo hueco en el bolsillo del transportista que debe garantizar el estado correcto de los diez neumáticos que requiere su camión. Mostró que una de las gomas tenía una rajadura y la atribuyó a la mala calidad de las carreteras en el país.
Además, resaltó el alto costo del aceite, necesario para el mantenimiento del motor del vehículo. Asciende a 1,500 pesos por litro, sumando más de 30 litros en cada cambio de aceite.
La discusión también abordó el tema de los combustibles, que aunque oficialmente no han visto un aumento en el precio mayorista, en la práctica son difíciles de adquirir a estos costos, obligando a los choferes a enfrentar tarifas mucho más elevadas, y no pocas veces en divisas.
El conductor criticó la falta de análisis y consideración hacia este tipo de situaciones, resaltando las dificultades que enfrentan los transportistas cubanos para mantener sus operaciones sin un ajuste en las tarifas que cobran por sus servicios.
El Ministro de Transporte comenzó advirtiendo que el conductor del camión de pasajeros tenía tarifas colocadas en la pegatina del vehículo que no se correspondían con lo que realmente estaba cobrando a la población. Estaba cometiendo una infracción.
Sin embargo, reconoció que las quejas del chofer eran justas y aseguró que su ministerio está trabajando en actualizar y regular los precios que los porteadores privados pueden cobrar. Se comprometió a aliviar la carga económica que estos enfrentan.
Admitió que la situación de los medios de transporte estatales es crítica, con más del 50% de las rutas que atienden paralizadas por falta de recursos.
El encuentro subraya la complejidad de la gestión del transporte en Cuba, donde los desafíos económicos se mezclan con las necesidades de una población que depende en gran medida de los servicios privados, porque los estatales están paralizados o son ineficientes.
Este diálogo abierto entre un chofer y un alto funcionario, refleja un momento de crítica pública y transparencia que rara vez se observa en la isla. El ministro prometió continuar las conversaciones y buscar soluciones que ayuden tanto a los transportistas como a los usuarios del servicio en el país.
Sin embargo, muchos cubanos creen que son palabras vacías porque "una golondrina no hace verano". Un solo ministro con voluntad, no es capaz de resolver los miles de problemas que Cuba acumula desde hace décadas, sobre todo en el sector del transporte público.
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