Familiares y amigos dieron el último adiós a Adrián García, un joven cubano de 25 años que murió al ser impactado por un rayo en una playa de Naples, Florida.
En el entierro se leyeron unas palabras de su abuela, Lázara Rojas, quien recordó que Adrián fue su primer nieto y que nunca dejó de amarlo.
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"Hoy también Dios y la vida me ponen la prueba más grande de este mundo, el tener que alejarme de tu cuerpo y de tu ser, pero nunca jamás de este amor tan inmenso", expresaba el mensaje.
La señora agradeció a todas las personas que intentaron salvarlo: las que estaban en la playa y lo socorrieron tras el accidente, los médicos que lo atendieron en el hospital y todos los que oraron por su recuperación.
"A este gran país por acogernos y brindarnos la oportunidad de que en vida tuviste todo lo que te propusiste, y en este difícil momento fuiste atendido con todo lo que necesitabas", añadió el texto.
Adrián llevaba solo dos años en Estados Unidos. Según contó Lázara a Telemundo días atrás, llegó al país cruzando fronteras y enseguida se buscó dos trabajos para salir adelante.
"En dos años obtuvo su residencia, se compró su carro, su trabajo bueno y quería echar pa'lante, estudiar inglés", detalló.
También la madre de la víctima, en declaraciones al periodista Javier Díaz, de Univisión, dio las gracias a quienes ayudaron económicamente a la familia.
"Les agradezco a todas las personas que gracias a ellas, de una forma u otra yo pude velar a mi hijo, y puedo enterrarlo y podré ir a verlo todos los días que quiera a donde él está. Todas las personas que donaron por él, las que pidieron por él, les agradezco infinitamente todo lo que le hicieron a mi hijo, que esto nunca se me va a olvidar", expresó entre lágrimas.
Adrián falleció el pasado sábado 14 de septiembre en el hospital donde estaba ingresado. Los médicos lo mantuvieron conectado a una máquina con respiración artificial pero no se recuperó, pues la descarga eléctrica le causó un daño cerebral severo.
El trágico suceso ocurrió el sábado 31 de agosto. Tras una breve lluvia, la familia cubana entró al mar, confiados en que no habían truenos y el sol estaba saliendo.
Estaban todos muy cerca, en el agua, cuando de repente el rayo los sorprendió. La descarga impactó a tres personas, pero solo el muchacho sufrió daños serios. Los otros dos se recuperaron rápidamente.
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