El barrio de Cayo Hueso, en Centro Habana, cierra el año conmocionado con la muerte de uno de sus vecinos más querido, Roberto Torrientes, El Focondo, a los 43 años, recién cumplidos. Falleció, según algunas fuentes, de una isquemia cerebral, y su despedida ha sido a lo grande, con un impresionante toque de tambores.
En el video de la ceremonia, compartido en redes sociales por Yordano L Munanga Ekue, se aprecia la sentida ceremonia que sus compañeros de religión han hecho al "Robe", al que hoy todos los que le conocieron recuerdan con cariño y sorpresa por lo repentino de su adiós.
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"EPD, mi negro querido, siempre te recordaremos", escribió en Facebook María Isabel Basulto Barreiro. También con dolor lo despidió su amigo Gilberto Suárez. "EPD mi hermano, mi amigo. Cayo Hueso de luto. Foco (Focondo) por siempre".
"Roberto, El Focondo, Dios te tenga en la gloria, hombre y amigo. Focondo está firmando un Ñampe", escribió en su muro en referencia a la ceremonia Abakuá que se organiza para honrar a los muertos y en la que solo participan hombres.
La filosofía de Roberto Torrientes (8 de julio de 1981-diciembre de 2024), de "si me tratas bien, yo te trataré mejor", dejó buenas amistades en Cayo Hueso y en muchos rincones del mundo, donde hoy allegados y conocidos lo tienen en sus pensamientos.
"Qué injusta es la vida mi hermano. Vuela alto, mi sangre, donde quiera que estés siempre te recordaremos El Foco. EPD", añadió a las innumerables condolencias su amigo Frandor Valdés.
Igual de emocionado se mostró Mayito Cordero Pérez. "Con profundo dolor despido hasta siempre a un gran amigo. Cuando se escriba la historia de Cayo Hueso y de la Iglesia del Carmen de La Habana, estarás en la historia principal cómo un protagonista. Hasta siempre mi hermano, Roberto Torrientes. Dios te reciba con la alegría que siempre nos dejaste y nosotros en contraste, te despedimos con la tristeza que inevitablemente nos dejan las personas buenas cuando se marchan. Mis condolencias para Yolanda, tu querida madre, tu esposa e hijos. Brille para ti la luz perpetua y Dios te conceda el descanso eterno", señaló.
Pese a los momentos difíciles que se están viviendo en Cuba, hay despedidas que trascienden la intimidad del dolor familiar y se convierten en noticia. Hoy es el caso de la ceremonia con tambores de Roberto Torrientes, pero en mayo pasado hubo una caravana multitudinaria de motoristas despidiendo en Santiago de Cuba a uno de los suyos.
No se veía algo así desde la despedida en 2022 de otro conocido motorista santiaguero, Yunior Tabares, en un entierro que se recordará durante mucho tiempo. También la caravana de motoristas que acompañó hasta el cementerio, en 2020, a Brian Quiñones en La Habana. Aquello fue memorable.
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