Un joven cubano identificado como José Carlos Recio Galindo falleció recientemente tras ser ingresado en condiciones extremas de desnutrición en el Hospital Provincial Manuel Ascunce Domenech, en Camagüey. Su muerte ha generado una profunda conmoción en redes sociales, donde familiares denuncian negligencia institucional y exigen justicia por lo ocurrido.
Las imágenes del cuerpo de José Carlos, visiblemente consumido por la desnutrición severa, fueron compartidas por su tío, Humberto Galindo, quien relató que el joven se encontraba previamente en el Centro de Impedidos Físicos, ubicado detrás del hospital Amalia Simoni, también en la ciudad de Camagüey.
Lo más leído hoy:

Según el testimonio, el joven fue ingresado en estado crítico y falleció poco después sin que se atendiera a tiempo la gravedad de su condición.
"Mis hermanos que tan desvelados (estaban) por ese joven, supieron de su gravedad minutos antes de morir", escribió Galindo, acompañado por fotografías estremecedoras que muestran la extrema delgadez del joven en una camilla de hospital.
En su publicación, el familiar exigió que los responsables paguen ante la justicia y alertó sobre el riesgo que corren otros niños y jóvenes internados en el mismo centro. "Salvemos a los otros niños internos. Nuestra solidaridad y denuncia cuenta", afirmó, haciendo un llamado a visibilizar el caso y a impedir que se repitan tragedias similares.
La publicación ha abierto un debate entre usuarios de redes sociales, algunos de los cuales han cuestionado el papel de la familia en el seguimiento del joven. "Si se enteraron minutos antes de morir es porque no lo visitaban a menudo... Yo no lo dejo allí a su suerte sin saber cómo lo atienden", expresó una usuaria, señalando la necesidad de un acompañamiento constante, incluso en contextos de discapacidad mental.
Otro testimonio relató la experiencia de una madre en Santiago de Cuba que, a pesar de tener una hija con discapacidad severa y una agenda profesional exigente como neonatóloga, jamás deja de acompañarla y cuidarla. "La niña está gorda, bonita y muy cuidada. La lleva al hogar por las mañanas y la recoge por las tardes usando una silla de ruedas", comentó.
La voz de una mujer que trabajó años atrás en un centro parecido al que estaba internado José Carlos también sumó su denuncia. "Vi muchas cosas fuera de lo normal, malos tratos, mala alimentación y descuidos. La demanda debe hacerse pública y viral. Son seres humanos los que están internados ahí, no animales", expresó en redes.
A pesar del impacto mediático del caso, las autoridades sanitarias no han emitido ningún pronunciamiento oficial ni han anunciado una investigación para esclarecer los hechos. Esta falta de transparencia institucional ha intensificado el sentimiento de abandono y desprotección entre familiares, ciudadanos y defensores de derechos humanos.
OTRAS MUERTES QUE REVELAN UN PATRÓN PREOCUPANTE
La muerte de este joven se suma a una serie de casos reportados en los últimos años que evidencian graves fallos estructurales en el sistema hospitalario cubano. Aunque el gobierno suele guardar silencio ante estas denuncias, medios independientes han documentado testimonios de ciudadanos que han sufrido o presenciado episodios de abandono, negligencia médica y tratos inhumanos dentro de hospitales estatales.
Los hospitales psiquiátricos han sido uno de los objetos de múltiples denuncias, particularmente tras el caso del Hospital Psiquiátrico de Mazorra, donde más de una veintena de pacientes murieron en 2010 por frío, hambre y abandono, generando una de las mayores crisis institucionales del sistema de salud cubano desde los años 90.
Uno de los ejemplos más recientes es el del Hospital Psiquiátrico de Placetas, en la provincia de Villa Clara, donde las condiciones han sido descritas como “infrahumanas”.
Imágenes y testimonios revelaron la realidad de esa institución: colchones destruidos, suciedad extrema, baños inutilizables, comida en estado deplorable, y pacientes desatendidos.
Uno de los enfermeros entrevistados denunció que los internos "no tienen ni ropa adecuada, ni jabón, ni medicamentos. Algunos ni siquiera tienen familia que los visite o reclame".
Las fotografías muestran camas oxidadas, ventanas rotas y salones sin ventilación, en un entorno que más bien recuerda a un campo de concentración que a un centro de atención médica.
Otro de los casos que exponen la gravedad del abandono en instituciones médicas cubanas ocurrió en febrero de 2023, cuando se reportó la muerte de al menos 13 pacientes en el Hospital Psiquiátrico de Holguín, en circunstancias que generaron denuncias por negligencia, condiciones deplorables y desatención médica.
Estos antecedentes demuestran que la muerte de José Carlos no es un hecho aislado, sino parte de una crisis sistemática de atención institucional que afecta especialmente a los ciudadanos en situación de mayor vulnerabilidad como los enfermos mentales.
Archivado en: