El ex gobernante cubano Raúl Castro alertó en su discurso de este miércoles, víspera del 26 de julio, que es consciente de que vienen tiempos difíciles. "Para nosotros, al igual que Venezuela y Nicaragua, está claro que se estrecha el cerco", dijo en el acto celebrado en Santiago de Cuba.
Pero el cerco se estrecha no sólo por la presión internacional que sobre el Gobierno cubano pueda ejercer Estados Unidos, a quien Castro hizo alusión en su discurso sin cebarse como hacía su hermano Fidel. También porque el primer secretario del Partido Comunista, la fuerza superior al Estado, reconoce que la situación de las finanzas externas de Cuba es "tensa" debido a la caída de las exportaciones de azúcar y el turismo, un sector que, según la prensa oficialista, batió récords de visita el año pasado y que en mayo de este 2018 se jactaba de haber superado ya los 2 millones de visitantes extranjeros.
Respecto a Estados Unidos, Raúl Castro destacó que las relaciones son cordiales, "se mantienen vínculos diplomáticos formales, varios acuerdos bilaterales y una cooperación mutuamente beneficiosa dentro de un grupo limitado de áreas". No obstante aludió a los ataques acústicos que dinamitaron la relación entre ambos países tras el deshielo escenificado el año pasado con el expresidente Barack Obama.
A estas alturas, insistió, nadie ha podido probar el origen de las agresiones sónicas, que provocaron la expulsión de la mayoría de funcionarios cubanos de la embajada de la Isla en Washington y la sede diplomática de EE.UU. en La Habana se quedó bajo mínimos. Desde ese momento, precisó Castro, se ha "recrudecido" la aplicación del embargo y la "persecución de las transacciones financieras cubanas".
Esta situación "tensa" es no sólo la que ha llevado a la industria farmacéutica cubana a sufrir una de sus peores crisis, sino también la espada de Damocles que pende sobre el Gobierno de la Isla, que ahora tiene un nuevo eslogan: "Hay que reducir todo gasto innecesario".
Este lema lo estrenó el presidente Miguel Díaz-Canel en la Asamblea Nacional del Poder Popular el pasado fin de semana, durante el debate que terminó con la aprobación por unanimidad del proyecto de reforma constitucional que deberá ser sometido a referéndum en Cuba. En su intervención, el delfín de Raúl Castro mandó al sector estatal a ahorrar "por aquí y por allá, donde quiera que se pueda”.
Ese ahorro ha llegado incluso a las apariciones del presidente de Cuba en televisión. Durante el acto central por el 26 de julio, todo el protagonismo se lo llevó Raúl Castro. A Díaz-Canel, se le vio de pasada, sentado a la derecha de Castro en el público, cumpliendo así con las normas internacionales de Protocolo que marcan que a la derecha del "anfitrión" se sienta la persona con más rango. A su lado estaba Esteban Lazo. Mientras que la izquierda de Raúl se reservó para el primer secretario del Partido en Santiago y para el número 2 del PCC, José Ramón Machado Ventura.
Sobre las modificaciones que quieren introducir en la Constitución, Castro resaltó que hay que hacer que la gente entienda la "necesidad" de aprobar los cambios. Entre ellos los que eliminan el todo gratis en la salud o la renuncia al comunismo.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: