La cubanoamericana Mirtza Ocaña, acusada por poseer más de 102 mil dólares en un viaje de regreso desde La Habana a Tampa, negó tener algún tipo de vinculación con el defenestrado exministro de Economía y Planificación Alejandro Gil Fernández.
“No hay nada, absolutamente nada sobre eso. Este caso no tiene que ver con ningún funcionario del gobierno cubano, ni con el señor Gil ni con nadie”, dijo el abogado de Ocaña Juan C. Mercado al periodista Wilfredo Cancio Isla, quien lo replicó en su blog Café Fuerte.
La Fiscalía Federal de Tampa, en el condado de Hillsborough, Florida, acusó formalmente a Ocaña, de 38 años, de dos cargos tras haber sido sorprendida en febrero pasado ingresando, a través del Aeropuerto de Tampa, más de 102,000 dólares desde Cuba sin declararlos a las autoridades estadounidenses.
Este hecho levantó las alarmas, sobre todo en los medios independientes cubanos, quienes cuestionaron el arribo de esa excesiva cantidad de dinero en momentos en que el Ministro de Economía y Planificación Alejandro Gil era destituido de su cargo y acusado de supuesta corrupción por el régimen cubano.
Sin embargo, el abogado defensor considera que “es absurdo. No existe ninguna base para afirmar eso. Lo que sucede es que el escándalo es más atractivo”, mencionó a Cancio Islas.
Precisamente, este martes, la mujer tiene fijada una audiencia para revisar su caso. Su abogado se ha mostrado optimista de los resultados que se puedan alcanzar.
“En estos momentos estamos revisando todas las evidencias en detalle para una decisión sobre si podemos hallar un acuerdo y resolver el caso en el mejor interés de ella”, señaló el letrado.
La mujer enfrenta cargos que comprenden contrabando de dinero en efectivo y conspiración con una persona no identificada para transportar, transferir e introducir dinero ilegalmente en Estados Unidos.
La ley estadounidense exige que cualquier persona que ingrese al país con más de 10,000 dólares en efectivo debe declararlo. Tras su arresto, Ocaña admitió haber ingresado dinero de contrabando a Estados Unidos desde junio de 2023, realizando entre 2 y 3 viajes mensuales a la isla. A cambio de este servicio, afirmó haber recibido pagos entre 1,000 y 2,500 dólares.
Tras una revisión de sus viajes, se descubrió que Ocaña había visitado Cuba 45 veces desde mayo de 2023. A pesar de admitir su conocimiento sobre la ilegalidad de ingresar dinero sin declarar, se le incautaron aproximadamente cien mil dólares en total.
Según indica Café Fuerte, Ocaña, al parecer, emigró de Cuba en una fecha que no se conoce y se radicó inicialmente en un apartamento de la ciudad de Hialeah. Posteriormente se radicó en Tampa, donde ocupaba una modesta vivienda en un parque de casas móviles y tenía un auto de uso de escaso valor.
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