Nuevas declaraciones del mercenario cubano preso en Ucrania Frank Darío Jarrosay Manfuga, enlistado en la invasión rusa, fueron publicadas por el medio Diario Las Américas.
Frank Darío fue capturado en la zona de Marinka, en la región de Donetsk, a inicios de este año.
En sus declaraciones el joven asegura no saber si en Cuba tenían conocimiento de que en Rusia estaban captando a cubanos para enrolarlos en esta invasión, condenada a nivel internacional.
El joven relató que salió desde el Aeropuerto Internacional “Juan Gualberto Gómez”, de Varadero, en Matanzas y que con él viajaban otras cinco personas, que no conocía.
Al llegar a Rusia, explicó que hizo el proceso normal en el Aeropuerto y aseguró que no había nadie esperándolo.
“Tú haces el check-in normal y pasas a la parte normal”, refiriéndose al tránsito por migración.
Al cuestionamiento del periodista si en el Aeropuerto de Varadero pudo notar algo raro, el joven dijo que no, fue todo fluido en su estancia en la instalación.
“Todo normal”, fue su descripción del vuelo hacia la nación eurasiática.
Apuntó que la compra del pasaje la hicieron las personas que lo contactaron desde Rusia. “Eso es gratis”, mencionó.
“Ya eso es Rusia, ni sabría decirte nombre”, aclaró.
Cuando llegó a Rusia, apunta, que lo sorprendió que lo enviaran a la guerra.
“Eso fue ponte el uniforme, ponte aquí, dale para allá”, enumera de manera sucinta el proceder de reclutamiento.
“Yo di mi paso por la necesidad, no por otra cosa”, sentencia para justificar esa decisión.
“¿Tú sabías que venías a una guerra?”, fue la pregunta del periodista, y la respuesta recibida fue: “Yo no”.
Días después de darse a conocer la detención de este joven cubano, CiberCuba rastreó en las redes sociales y encontró tres perfiles de Facebook a nombre de Frank Darío Jarrosay Manfuga, un músico afiliado a la Compañía Danza Libre, residente en Guantánamo e ingeniero industrial de formación académica.
Graduado por la Universidad de Guantánamo y con estado civil soltero, Jarrosay Manfuga nació el 6 de septiembre de 1989 en esa ciudad del Oriente de Cuba. Durante el interrogatorio efectuado en esa oportunidad por los ucranianos, el mercenario cubano desveló que se encontraba enrolado en las tropas del ejército ruso desde el pasado 16 de enero.
Según explicó, fue contactado por otros cubanos que se encontraban en Rusia, los cuales le comentaron que los rusos estaban buscando gente “para trabajar en la construcción”. A cambio le ofrecían un contrato de 250,000 rublos mensuales (más de 2,700 dólares al mes) y la nacionalidad rusa. Frank Darío aceptó y terminó en el frente de batalla capturado por los ucranianos.
Días después, el gobierno ucraniano lo expuso durante una conferencia de prensa y denunció la participación de un alto número de mercenarios de la isla que combaten con las tropas rusas.
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