Armas no convencionales que usan radiación de microondas podrían haber causado los incidentes de salud que afectaron a más de una veintena de diplomáticos de la Embajada de EE.UU en La Habana, informó este sábado el diario The New York Times.
En un extenso reportaje que cita declaraciones de médicos y científicos, el Times apunta a que los ataques con microondas sustentan de forma más creíble los informes de “sonidos dolorosos” y otras afectaciones, atribuidas hasta ahora a presuntos ataques sónicos, infecciones virales o ansiedad contagiosa.
El equipo médico que examinó a 21 diplomáticos afectados de Cuba no mencionó las microondas en su informe detallado publicado en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA) en marzo.
Sin embargo, Douglas H. Smith, autor principal del estudio y director del Centro de Lesiones Cerebrales y Rehabilitación de la Universidad de Pensilvania, dijo en una entrevista reciente que las microondas ahora se consideran el principal sospechoso y que el equipo estaba cada vez más seguro de que los diplomáticos habían sufrido daño cerebral.
Un creciente número de analistas citan en particular un fenómeno conocido como el efecto Frey, que lleva el nombre de Allan H. Frey, un científico estadounidense que descubrió que las microondas pueden engañar al cerebro para que perciba lo que parecen ser sonidos comunes.
Las falsas sensaciones, dijeron los expertos, pueden explicar un síntoma definitorio reportado por los diplomáticos en La Habana: la percepción de ruidos fuertes, incluyendo zumbidos y ruidos.
Frey, consultado por el Times, confirmó que los investigadores federales lo han interrogado sobre el enigma diplomático y que la radiación de microondas se considera una posible causa.
El científico de 83 años, que se desempeñó como consultor de varias agencias federales, especuló que una posible alianza cubano-rusa podría haber sido la responsable de los ataques.
"Es una posibilidad", dijo. “En las dictaduras, a menudo hay facciones que no piensan en ir contra la política general si satisface sus necesidades. Creo que es una explicación perfectamente viable".
Las microondas, explicó, son omnipresentes en la vida moderna. En los radares de potencia de ondas de radio cortas, en la cocción de alimentos y las telecomunicaciones. Son una forma de radiación electromagnética en el mismo espectro que la luz y los rayos X, solo que en el extremo opuesto.
Se considera que Rusia, China y muchos estados europeos tienen el conocimiento para fabricar armas de microondas básicas que pueden debilitar, sembrar ruido o incluso matar, pero es una información que solo las agencias de seguridad tienen, apunta el diario.
Beatrice A. Golomb, doctora en medicina y profesora en la Universidad de California en San Diego, ha presentado evidencia médica sobre los ataques de microondas en Cuba.
La doctora comparó los síntomas de los diplomáticos en Cuba con los reportados por personas que padecen enfermedad por radiofrecuencia y concluyó que "numerosas características” se ajustan a la hipótesis de un ataque de microondas, incluida la producción de sonidos perturbadores de tipo Frey.
Por su parte, Frey duda que el caso se resuelva pronto. Según dijo al Times, la novedad de la crisis, su naturaleza esporádica y el entorno extranjero dificultó que los investigadores federales reunieran pistas y sacaran conclusiones. “Y mucho menos presentar cargos”, resaltó.
"Basado en lo que sé”, dijo el científico, “seguirá siendo un misterio".
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