El movimiento 27N, compuestos por los artistas, activistas, periodistas independientes y otros miembros de la sociedad civil cubana, ha emitido una declaración a raíz de los hechos ocurridos el pasado 27 de enero a las puertas del ministerio de Cultura.
En concreto, la declaración pide la renuncia o cese del ministro de Cultura por la violencia física empleada, en compañía de varios funcionarios, contra integrantes del movimiento que se habían congregado frente a la sede del ministerio.
Lo que, en un principio, iba a ser celebración del aniversario del natalicio de José Martí y un acto recordatorio de las promesas de diálogo de las autoridades, contraídas en la histórica jornada del 27N, se vio abruptamente convertido en un despliegue de violencia insólita por parte de los más altos funcionarios del ministerio de cultura contra manifestantes pacíficos.
El manotazo de Alpidio Alonso Grau para arrebatar el celular de las manos de un periodista independiente, catalizó una violenta reacción contra una treintena de personas que solo leían poemas de Martí y con su presencia reclamaban respuestas de las autoridades a sus demandas de cese del acoso y hostigamiento policial, reconocimiento de la libertad de expresión y el derecho a tener derechos.
La incapacidad manifiesta del ministro de Cultura y su equipo para actuar como servidores públicos y su inclinación a comportarse como “revolucionarios” ante todo, dispuestos a agredir y utilizar la fuerza amparados por la verdadera maquinaria represiva del régimen cubano, degeneró en unas escenas de violencia y brutalidad policial inéditas en la historia de las tensiones entre el aparato ideológico burocrático que rige la política cultural del país y los creadores a los que, en teoría, se debe el ministerio.
Detenciones, golpizas, registros humillantes, amenazas, entre otras prácticas propias del repertorio de los represores se desplegaron el 27ENE sobre unos ciudadanos que no hacían más que protestar por los atropellos de la policía política del régimen y exigir pacíficamente que se respeten sus derechos. Unos ciudadanos represaliados por dar cuerpo con su actitud a esa sociedad civil cubana que empieza a recuperar parcelas de acción social que estaban cooptadas por el poder y desde las cuales se empiezan a construir los cimientos de una convivencia democrática.
Ante la respuesta institucional ofrecida por los dirigentes de la cultura del régimen, una cultura que parece no ser otra que la de la “violencia revolucionaria”, la cultura de la “única verdad” que se resiste al diálogo, la crítica y las manifestaciones de libertad, los integrantes del movimiento 27N han emitido una declaración en la que exigen la dimisión o el cese del ministro Alpidio Alonso Grau, cómo única medida aceptable para encauzar un diálogo que constituye la punta de lanza de un proceso de transformación al que, tarde o temprano, se verán abocados quienes detentan el poder por más de sesenta años en Cuba.
A continuación reproducimos el texto íntegro de la Declaración del 27N:
EL 27N DEMANDA LA RENUNCIA INMEDIATA DEL MINISTRO DE CULTURA ALPIDIO ALONSO GRAU
Dada la gravedad de los hechos ocurridos el pasado 27 de enero a las puertas del Ministerio de Cultura, artistas, escritores, periodistas y miembros de la sociedad civil integrantes del 27N, exigimos la renuncia inmediata del Ministro de Cultura, Alpidio Alonso Grau. Como ciudadanos de la República de Cuba creemos en la reivindicación pacífica de nuestros derechos y condenamos enfáticamente toda manifestación de violencia, en particular, cualquier manifestación de violencia gubernamental impulsada desde las instituciones y ejercida por funcionarios públicos.
En nombre de los valores y principios que siempre ha defendido la nación, y de los derechos que recoge la Constitución de la República, no aceptamos que se continúe naturalizando el uso de la violencia institucional en nuestro país.
Los funcionarios públicos deben actuar desde el civismo, la transparencia y el respeto a la dignidad humana. No puede ser servidor público quien se ufane del uso de la violencia para limitar impunemente derechos ciudadanos. El Ministro debe asumir en primera persona la responsabilidad sobre la violencia ejercida el 27 de enero a las puertas del Mincult, de lo contrario el estado y el gobierno cubano liderado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez y Manuel Marrero Cruz serían cómplices de un acto de violencia institucionalizada y de una ilegalidad. Ello implicaría una falta de credibilidad y legitimidad para su gobierno ante la ciudadanía y la opinión internacional.
Esta declaración se acoge al Artículo 61 de la Constitución, que reconoce que los ciudadanos pueden dirigir peticiones a las instituciones y autoridades, e invoca el Artículo 8 de la Ley de Revocación de Mandatos, según el cual se establece que los elegidos a los órganos del Poder Popular pueden ser revocados si incurren en hechos que los hagan desmerecer de buen concepto público o manifiestan una conducta incompatible con el honor de ser representante del pueblo en un órgano del Poder Popular.
Por tanto: SOLICITAMOS AL CONSEJO DE ESTADO QUE IMPULSE UN PROCESO DE REVOCACIÓN DEL MANDATO DE ALPIDIO ALONSO GRAU, Ministro de Cultura y diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Queremos un país donde se respete la dignidad plena del hombre y donde todos los cubanos podamos vivir en paz.
La Habana, 30 de enero de 2021
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