Las ondas de energía radioeléctrica pulsadas por una fuerza externa podrían ser la causa de las lesiones de los diplomáticos afectados por el llamado "síndrome de La Habana", concluyó este miércoles un panel de expertos de inteligencia de Estados Unidos.
Los expertos, convocados por la administración de Joe Biden para dilucidar los misteriosos episodios de afectación de salud de alrededor de mil diplomáticos estadounidenses, dijeron en un informe que sus consideraciones no contradicen las recientes conclusiones provisionales de un estudio de la CIA, pero indicaron que el estrés o las reacciones sicosomáticas no pueden explicar en su totalidad los incidentes reportados alrededor del mundo desde 2016.
El panel que incluyó a empleados del gobierno y científicos independientes, no señaló ningún responsable por los enigmáticos "ataques sónicos", pero sus explicaciones sí marcaron un claro distanciamiento del reciente dictamen avalado por la CIA, que descartó la posibilidad de una campaña global a cargo de una fuerza o país hostil hacia Estados Unidos.
El grupo de análisis fue creado bajo la autoridad de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Avril Haines, y de la CIA, comandada por William J. Burns, y tuvo a su disposición más de mil documentos y testimimonios relacionados con el asunto.
De hecho, las conclusiones del panel no descartan los argumentos de algunos expertos de que las reacciones de estrés podrían haber contribuido a los síntomas continuos en los pacientes afectados, pero sí ratifican que las denominadas enfermedades funcionales o histeria colectiva no explican las lesiones iniciales en los casos analizados durante la investigación.
El informe difundido este miércoles avanza un nuevo capítulo en la prolongada indagación sobre el "síndrome de La Habana" desde la aparición de los primeros casos reportados en Cuba a finales de 2016. Un total de 26 estadounidenses y una veintena de canadienses figuran en la larga lista de afectados en unos 70 países, pero el gobierno cubano insiste en que no hay evidencias de ataques perpetrados contra el personal diplomático y asegura que las denuncias están movidas por intereses políticos con el fin de dañar las relaciones bilaterales.
Tras el informe de la CIA, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) exhortó a Washington a reabrir los servicios consulares en su embajada en La Habana y dejar zanjado el diferendo sobre los "ataques sónicos".
El estudio del panel constituye un espaldarazo a la versión de las víctimas con trastornos cerebrales y auditivos, y a los congresistas que el pasado año aprobaron una legislación para conceder beneficios a los afectados.
El panel se enfocó en los casos en los que las víctimas escucharon un sonido extraño o presiones sobre su cuerpo y luego experimentaron una pérdida de equilibrio y dolores de cabeza y de los oídos, así como en los testimonios de afectados que dijeron que los sonidos provenían de una dirección concreta.
El estudio identifica como posible causa una "energía electromagnética pulsada, en particular en el rango de las radiofrecuencias, también conocida como energía dirigida", y afirma que los ultrasonidos también podrían haber causado algunas de las lesiones.
"Utilizando antenas y técnicas no estándares, las señales podrían propagarse con pocas pérdidas a través del aire durante decenas o cientos de metros, y con algunas pérdidas, a través de la mayoría de los materiales de construcción", señala el reporte, desclasificado por la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI).
A la vez, quedan descartados como causas de las lesiones los agentes químicos y biológicos, la radiación ionizante o los sonidos perceptibles, como algunas hipótesis anteriores sugirieron.
La conclusión del panel corrobora la hipótesis de un informe de la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos (NAS), emitido a finales de 2020, el cual sugirió que la "energía de radiofrecuencia dirigida y pulsada" era el procedimiento más plausible a la hora de explicar el enigma, aunque no llegó a postularse como un criterio definitivo. Algunos miembros de la NAS tuvieron participación en el panel.
El pasado enero, un equipo de la CIA informó como conclusiones parciales de una investigación que la mayoría de los incidentes pudieran estar generados por factores ambientales o condiciones médicas no diagnosticadas, y aseveró que hallaron evidencias para atribuirlos a fuerzas extranjeras para dañar a agentes de inteligencia y diplomáticos estadounidenses.
Sin embargo, la CIA dejó abierta una compuerta para dos docenas de casos que se mencionaron como causados por "motivos inexplicables".
La cifra de casos inexplicables podría alcanzar los 100, según los reportes de investigadores.
En ese punto, el panel de expertos opina que en algunos de los casos indeterminados puede haber intervenido una fuerza hostil con un dispositivo de energía direccional o de ultrasonido para dañar la salud de los diplomáticos estadounidenses.
Las noticias del panel llenaron de aliento a un grupo de víctimas que habían considerado inconsistente el informe provisional de la CIA, y llamaron a complementarlo con otras opiniones de expertos involucrados en la investigación de los casos. El gobierno de Estados Unidos había advertido la pasada semana que las conclusiones preliminares de la CIA no negaban la existencia del "síndrome e La Habana" ni las secuelas de salud sobre el personal diplmático.
"El trabajo del panel debería haberse incluido junto a las conclusiones de la CIA para presentar una imagen más completa" , dijo el abogado Mark S. Zaid en una declaración del grupo de defensa de las vícitmas. "Estas revisiones fragmentarias de la agencia revelan a veces resultados incoherentes e incluso contradictorios que socavan el esfuerzo por resolver esta controversia".
Entre las recomendaciones del panel están mejorar la recopilación de datos médicos y de incidentes, proponer a los médicos que busquen la identificación de comportamientos característicos en las víctimas y ayudar a identificar futuros casos de "síndrome de La Habana".
Además, los expertos dijeron que es necesario desarrollar mejores métodos para diagnosticar las lesiones del oído interno inmediatamente después de que se produzcan los incidentes.
Sin embargo, no hay consenso en la comunidad de inteligencia sobre la posibilidad de que un dispositivo de captación o escucha podría estar implicado en un número de casos, como ha señalado la senadora Susan Collins, integrante del Comité de Inteligencia del Senado. Los investigadores de Estados Unidos no han identificado un dispositivo que pudiera haber causado los daños ni hay evidencia científica para sustentarlo.
La administración Biden está bajo una fuerte presión para desentrañar las causas de estos incidentes, que decretaron el cierre de los servicios consulares en la embajada de La Habana y el recorte del 60 por ciento de los diplomáticos asignados a esa legación.
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