La industria conservera de Ciego de Ávila procesará este año unas tres mil toneladas de tomate, cifra inferior a la que hubo en 2022.
Con una diferencia de más de 2,100 toneladas, la producción de tomate disminuyó por "la carencia de insumos en la agricultura", explicó a la prensa oficialista Noemí Iglesias Falcón, directora de la Unidad Empresarial de Base Conservas de frutas y vegetales Ciego de Ávila.
Campesinos de Jatibonico y Yaguajay entregarán el producto, que será procesado en las fábricas de Majagua y Florencia como pasta y salsas, que se venderán a la población y al turismo.
Aunque las autoridades locales refieren que cuentan con la tecnología para hacer frente a la campaña, el rendimiento agrícola es bajo y solo serán capaces de cosechar entre cuatro y seis toneladas por hectáreas.
El polo productivo tomatero de Ciego de Ávila solo sembró 462 hectáreas, de las mil que se planificaron, mientras que el resto de la provincia dejaron de sembrarse más de 1,100 hectáreas.
Cuba atraviesa na crisis general, y en la rama alimentaria es donde mayores problemas de reportan, y aunque el gobierno insiste en que deben aumentarlas producciones para hacer frente a la inflación y el déficit, la realidad muestra resultados muy inferiores.
Para algunos expertos, como el economista cubano Elías Amor, mientras la tierra continúe siendo de propiedad estatal y no se privaticen las formas de producción, será imposible que exista una mejoría en la calidad y cantidad de alimentos.
La empresa Ceballos, también en Ciego de Ávila, comenzó a producir almidón y harina de yuca para hacer frente a la escasez de alimentos que existe en Cuba.
Tras la implementación de la Tarea Ordenamiento, esa entidad, una de las principales del país, reportó pérdidas de más de 69 millones de pesos durante el 2022.
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