La coronel Mónica Milián Gómez, agregada militar, naval y aérea de la Embajada de Cuba en Moscú y portavoz en Rusia del ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), ha sido identificada como la alta oficial cubana que estaría detrás del reclutamiento de mercenarios cubanos para la guerra en Ucrania.
El portal digital represorescubanos.com revela que Milián Gómez “es la portavoz en Rusia del ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), General de Cuerpo de Ejército Álvaro López Miera, y la intermediaria para el estrechamiento de los vínculos militares entre La Habana y Moscú anunciados por funcionarios rusos desde el inicio de la invasión a Ucrania, y sellados con la visita de López Miera al ministro de Defensa ruso Serguéi Shoigú, en junio de 2023”.
La información precisa que “el primer indicio de una más estrecha cooperación entre las fuerzas armadas de ambos países es la presencia comprobada de al menos 200 cubanos con preparación militar involucrados en la guerra contra Ucrania”.
La nota añade que el régimen "se lavó las manos" en lo relativo a la presencia de cubanos en la guerra, y lo redujo "a un esquema de tráfico de personas".
"De acuerdo a fuentes de inteligencia ucranianas la red de reclutamiento fue coordinada por el gobierno ruso con la coronel del ejército cubano y agregada militar en la embajada de Cuba en Moscú Mónica Milián Gómez”, concluye el citado portal.
Represores.com forma parte de un proyecto auspiciado por Foundation for Human Rights in Cuba (FHRC, Fundación para los Derechos Humanos en Cuba).
Entre sus fines está identificar, investigar y acopiar información sobre militares (MININT/MINFAR) paramilitares (Brigadas de Acción Rápida) o funcionarios administrativos cubanos de diversos niveles que ejercen la represión contra los ciudadanos en Cuba, Venezuela y otros países, incluyendo detenciones arbitrarias, golpizas y torturas físicas o mentales, amenazas y coacción entre otros abusos.
Mercenarios cubanos en Ucrania
Tras las primeras revelaciones que confirmaron la presencia de mercenarios cubanos contratados por el Ejército ruso, La Habana permaneció en silencio hasta el 4 de septiembre, cuando el régimen aseguró en un comunicado estar trabajando en desmantelar una red de tráfico de personas dedicada a trasladar a ciudadanos cubanos al conflicto, así como a reclutar a otros que ya residían en Rusia. El régimen arrestó a casi una veintena de personas relacionadas con el reclutamiento de mercenarios.
Días después el diputado Alexey Chepa, primer vicepresidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal (Cámara Baja de la Asamblea Federal de Rusia, o Parlamento), indicó en declaraciones recogidas por la prensa rusa que los informes sobre el reclutamiento de cubanos eran falsos y que ellos no reclutan a nadie pero que los cubanos pueden organizarse a través de redes sociales.
Sin embargo, un artículo publicado la pasada semana en el medio digital The Intercept reveló que el mayor del Ejército ruso, Anton Valentinovich Perevozchikov tenía en su poder 122 pasaportes escaneados de cubanos reclutados en el cuartel general de las Fuerzas Armadas rusas en la ciudad de Tula.
Los piratas informáticos entregaron a la agencia ucraniana InformNapalm evidencia del reclutamiento, entrenamiento y traslado a Rusia de unidades enteras de unos 199 cubanos para participar en la guerra. Por el momento se desconoce qué decisión tomarán las autoridades rusas y cubanas en relación con esos ciudadanos.
Recientemente, un oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias que afirmó encontrarse en Rusia contradijo las declaraciones del régimen cubano acerca de una “red de tráfico de personas”, y aseguró que los 90 cubanos bajo su mando salieron de la isla con pleno conocimiento de las autoridades.
Mientras tanto, familiares en Cuba de algunos de los jóvenes cubanos reclutados para la guerra manifiestan estar desesperados y no tener información de sus allegados.
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