El reciente debate presidencial en Estados Unidos, entre Joe Biden y Donald Trump, ha desencadenado una oleada de críticas y dudas sobre la capacidad del actual presidente para continuar como candidato del Partido Demócrata.
Los lapsus de Biden, su voz ronca y su aparente confusión en varios momentos del encuentro, televisado en vivo, han generado preocupación entre sus seguidores y dentro de su propio partido.
En el debate, Biden mostró dificultades para mantener el hilo de la conversación y balbuceó en varias ocasiones, lo que fue rápidamente aprovechado por Trump, quien se mostró confiado y enérgico.
A raíz de este desastroso debate, algunos miembros del Partido Demócrata han comenzado a considerar la posibilidad de reemplazar a Biden como candidato.
Aunque esta idea parece extrema, no es completamente imposible dentro del sistema político estadounidense. Los demócratas podrían optar por cambiar las reglas de la convención nacional, prevista para agosto, lo que permitiría elegir a un nuevo candidato, si Biden decidiera retirarse antes del encuentro.
Telemundo advierte que esta situación, aunque poco probable, podría desencadenar una intensa batalla interna dentro del partido. En teoría, el Comité Nacional Demócrata tiene la autoridad para modificar las reglas y permitir un cambio de candidato si así lo decide una mayoría de sus miembros.
Otra figura clave en este proceso son los superdelegados, quienes tienen la libertad de votar por cualquier candidato sin estar vinculados a los resultados de las primarias.
Sin embargo, un cambio tan drástico en este punto de la campaña es poco probable debido a las posibles repercusiones y el caos interno que podría generar.
Entre los nombres que han surgido como posibles sustitutos de Biden se encuentra el gobernador de California, Gavin Newsom, pero ha expresado públicamente su apoyo incondicional al actual presidente, afirmando que el partido está unido para respaldarlo.
Algunas personas se preguntan qué pasaría si Joe Biden renunciara a la presidencia. En ese caso la vicepresidenta Kamala Harris se convertiría automáticamente en presidenta, pero no sería necesariamente la candidata del Partido Demócrata para las elecciones.
Harris no tendría beneficios automáticos sobre otros candidatos y necesitaría ganar la mayoría de los delegados en la convención.
Si la candidatura quedara vacante después de la convención, ella debe obtener la mayoría de votos del Comité Nacional Demócrata. Las reglas actuales del partido no le dan ventajas automáticas, aunque podrían revisarse en situaciones dramáticas.
Reemplazar a un candidato presidencial en plena campaña es una tarea hercúlea y sin precedentes en la historia moderna de Estados Unidos. Sin embargo, la presión sobre Biden y su equipo es palpable.
La incertidumbre generada por su desempeño en el debate ha llevado a reflexionar sobre la viabilidad de su candidatura y las posibles alternativas que el partido debe considerar.
Mientras que el Partido Demócrata se enfrenta a una decisión crítica, la posibilidad de un cambio de candidato sigue siendo remota, pero no imposible.
La capacidad de Biden para recuperar la confianza de sus seguidores y presentar un liderazgo sólido en los próximos meses será determinante para definir el rumbo de su candidatura y del partido en las elecciones de noviembre.
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