El 5 de agosto de 1994, miles de cubanos salieron a la calle en una manifestación popular conocida como "El Maleconazo".
Las protestas desatadas en el litoral de La Habana, cerca de La Punta, se produjeron medio de la peor crisis económica que vivía el país desde 1959, tras perder los subsidios de la antigua Unión Soviética.
Por primera vez en la historia del gobierno de Fidel Castro, ocurría una manifestación de esta embergadura en las calles de Cuba. Adolescentes y jóvenes gritaban “¡Libertad!”, “¡Abajo Fidel, nos están matando!” y “Que lo filmen todo, la represión policial, para que vean lo que ocurre en Cuba”.
Desde un mes antes, varias embarcaciones desviadas hacia los Estados Unidos había sentado un precedente y según los testimonios de la época, se hablaba de otras posibles embarcaciones que llegarían para quienes quisieran abandonar la isla.
En plena tensión social, el entonces presidente Fidel Castro intervino en la televisión estatal para responder a una carta de amenaza que hizo el representante diplomático de Estados Unidos en Cuba. El dirigente informó que las fronteras se abrirían para todo el que quisiera salir del país.
Aquel 5 de agosto la llamada "lanchita de Regla" fue secuestrada para salir con destino a la Florida cargada de pasajeros. Todavía estaba reciente en la memoria el hundimiento del remolcador "13 de marzo", en el que perdieron la vida 37 personas.
La Avenida del Puerto como punto de inicio
Las concentraciones se iniciaron en la Avenida del Puerto y cientos de personas se fueron reuniendo en las cercanías y comenzaron a romper vidrieras y tirar tanques de basura al piso mientras gritaban consignas en contra del gobierno de Castro.
Agentes de la Policía aparecieron en el lugar vestidos de civiles para intentar paralizar la manifestación, pero la protesta continuaba. A ellos se le unieron miembros del Partido Comunista que fueron convocados para apoyar a la Policía.
La llegada de Fidel Castro
Una vez que la situación estaba casi controlada, Fidel Castro arribó al Malecón y lo que quedaba de protestas se paralizó ante su imponente figura.
La gente comenzó a cambiar radicalmente las consignas que gritaban por otras en apoyo al líder cubano. Se escuchaban algunas como "Esta calle es de Fidel".
Uno de los periodistas allí presentes, Oscar Suárez (CHTV), le preguntó si habría otro Mariel, y este le respondió: “No nos oponemos a nada, a dejar que los que se quieran ir se vayan. O ellos ponen control (refiriéndose al gobierno estadounidense) o vamos a dejar de cuidar las costas de los Estados Unidos”.
Más de 35,000 cubanos abandonaron la isla en menos de dos meses, a bordo de embarcaciones artesanales, lo que fue conocido luego como “ la crisis de los balseros”.
Bill Clinton, presidente de Estados Unidos en ese momento, respondió con un cambio significativo en la política migratoria con respecto a los cubanos. La nueva política de “Pies secos, Pies mojados” negaba la entrada al país a quienes fueran interceptados en el mar. Asimismo, todo aquel que tocara suelo estadounidense podía regularizar su estatus migratorio. Esta política fue recientemente derogada por el ex mandatario Barack Obama.
El 5 de agosto de 1995, durante una marcha estudiantil, Fidel Castro habló de "El Maleconazo" como una victoria de su gobierno, refiriéndose a esa fecha como “la gran victoria en que el pueblo aplastó la contrarrevolución sin disparar un tiro”.
Sin embargo, para muchos este es considerado el día en que los cubanos salieron a las calles por primera vez a protestar contra un régimen totalitario que les condenaba a la miseria y el ostracismo.
Con imagen de Karel Poort / BBC.
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