El secretario de Estado, Antony Blinken, nombró este viernes a dos nuevos funcionarios que se encargarán de responder a los incidentes de salud derivados del llamado “síndrome de La Habana”, una afectación reportada por primera vez hace cinco años en el personal diplomático estadounidense en la capital cubana.
El embajador Jonathan Moore y la embajadora Margaret Uyehara liderarán la respuesta de Washington a quienes notifiquen daños de salud por el misterioso síndrome, que se ha convertido en una prioridad del gobierno estadounidense, informó en un comunicado el Departamento de Estado.
Ambos son miembros de carrera del Servicio Exterior Superior estadounidense, destaca el documento.
Moore se desempeñará como coordinador del Grupo de Trabajo de Respuesta a Incidentes de Salud del Departamento de Estado. Sustituye a Pamela Spratlen, una diplomática jubilada a quien Blinken designó como asesora principal del Grupo, pero renunció en septiembre tras recibir críticas de algunas de las víctimas.
Por su parte, Uyehara dirigirá un equipo de apoyo a los empleados afectados, que podrán acceder a las instalaciones y los profesionales médicos destacados de la Universidad Johns Hopkins gracias a un acuerdo firmado el mes pasado entre la institución y el Departamento.
"Esta es una prioridad urgente para el presidente Joe Biden, para mí, para todo nuestro gobierno", explicó Blinken.
Asimismo, prometió "llegar al fondo" del asunto, cuyos primeros reportes se notificaron en 2016 y provocaron la reducción del personal diplomático en La Habana al año siguiente.
"Estos incidentes han dejado a nuestros colegas con un daño profundo. Han experimentado graves consecuencias físicas, incluidos dolores de cabeza persistentes y pérdida auditiva. También han experimentado daños psicológicos, incluidos trauma, ansiedad, depresión", subrayó.
Estados Unidos ha obtenido reportes de al menos 200 diplomáticos estadounidenses, funcionarios y familiares en el extranjero que se vieron afectados por la misteriosa enfermedad, con síntomas que incluyen migrañas, náuseas, lapsus de memoria y mareos.
El Departamento de Estado ha reservado $27 millones de dólares para pagar los costos de diagnóstico y tratamiento de lesiones y está preparado para reservar fondos adicionales de conformidad con la llamada Ley de LA HABANA, firmada en 2021.
Recientemente el personal de la embajada estadounidense en Bogotá, Colombia, también afirmó estar afectado por una sintomatología que recuerda el “síndrome de La Habana”.
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