El Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos anunció la apertura de una investigación formal sobre los misteriosos incidentes conocidos como el Síndrome de La Habana, en respuesta a las quejas de funcionarios estadounidenses afectados.
Los funcionarios que empezaron a sufrir una serie de extraños síntomas a finales de 2016, han venido expresando su preocupación por el manejo de la situación por parte de las agencias de inteligencia, así como por las conclusiones que descartaron un posible ataque de un adversario extranjero.
Considerados inicialmente como víctimas de un insólito “ataque acústico”, los funcionarios han vuelto a ser objeto de atención de los congresistas estadounidenses, entre los cuales crece la sospecha de que los informes de inteligencia no indagaron lo suficiente en el asunto y se apresuraron en descartarlo como una amenaza.
Sara Robertson, portavoz del republicano Rick Crawford, indicó que el Comité de Inteligencia de la Cámara está haciendo la transición a un proceso formal de investigación y espera respuestas por parte de la comunidad de inteligencia a sus solicitudes, según informó El Nuevo Herald.
El congresista, miembro del panel, envió una carta a la directora de inteligencia nacional, Avril D. Haines, detallando los objetivos de la investigación, incluida la posible "supresión inadecuada" de información entre agencias de inteligencia y con el Congreso, según el New York Times.
Aunque gran parte del contenido de la carta es clasificado, se sabe que algunos ex funcionarios afectados han brindado testimonio ante el Comité en los últimos meses. Estos testimonios han contribuido a la creciente preocupación sobre la respuesta oficial a los incidentes.
El proyecto de ley presentado por miembros del Comité de Inteligencia, que exige que el Secretario de Defensa informe sobre el personal del Departamento de Defensa afectado, refleja la urgencia por comprender y abordar este fenómeno. Desde que los primeros informes surgieron en 2016 en La Habana, los casos se fueron extendiendo a múltiples ubicaciones, incluidas Rusia, Europa, China y Washington D.C.
Las víctimas de estos incidentes han experimentado síntomas debilitantes que incluyen migrañas, pérdida de memoria y dolor de oído, lo que ha generado un llamado constante para una investigación exhaustiva. Marc Polymeropoulos, ex subjefe de operaciones de la CIA en Europa y Eurasia, quien también se enfermó durante uno de estos incidentes, ha criticado la respuesta del gobierno y ha instado al Congreso a asumir su papel de supervisión.
Las discrepancias y omisiones en los estudios encargados por agencias gubernamentales han aumentado la confusión en torno a estos incidentes. Aunque las agencias de inteligencia han descartado la participación de adversarios extranjeros, informes posteriores sugieren que dispositivos comerciales como altavoces direccionales podrían estar involucrados.
La investigación del Congreso representa un paso crucial hacia la comprensión y la respuesta adecuada a estos misteriosos incidentes. A medida que la comunidad de inteligencia responda a las solicitudes del Comité, se espera que se arroje luz sobre la verdadera naturaleza del Síndrome de La Habana y se tomen medidas para abordar sus impactos en los afectados y en la seguridad nacional en general.
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